domingo, 28 de abril de 2019

La despresurización

24/01/2013

La despresurización es una emergencia grave, pero de las más practicadas en simuladores

Desde el Colegio Oficial de Pilotos nos explican en qué consiste este tipo de incidencia, y de qué forma actúa la tripulación y los pasajeros

Para comprender la importancia de este tipo de emergencias, en primer lugar deberíamos saber qué significa «presurizar».

Se trata ni más ni menos que del bombeo activo de aire comprimido en la cabina de una aeronave para garantizar la seguridad y el confort de los ocupantes.

Es necesario cuando un avión alcanza una altitud importante, ya que la presión atmosférica natural es demasiado baja como para suministrar el suficiente oxígeno a los ocupantes. Sin la presurización se puede sufrir mal de montaña o incluso una hipoxia. 

La despresurización de la cabina de los aviones es una emergencia grave porque puede tener consecuencias fatales si los pilotos no actúan con rapidez y profesionalidad, según las explicaciones del Colegio de Pilotos (COPAC), aunque se trata de una situación muy conocida por los pilotos, y de las más ensayadas en los simuladores de vuelo.

Las aeronaves que realizan vuelos rutinarios sobre 3000 m están, por lo general, equipados con un sistema de oxígeno alimentado por medio de máscaras, o están presurizadas por un sistema de control ambiental usando gas suministrado por un compresor o aire comprimido del motor.

Si un avión presurizado sufre un fallo de presurización sobre 3.000 m, puede hablarse de una situación de emergencia. En ese caso la aeronave debe comenzar un descenso de altura y las máscaras de oxígeno deben de activarse para todos los ocupantes.

Según nos ha explicado el vocal del Colegio Oficial de Pilotos, Ricardo Huercio, es difícil que se produzca una despresurización, porque «el funcionamiento es automático y el propio avión cambia de sistema si este falla». 

Se puede producir un percance por un fallo en el funcionamiento de las válvulas de presurización, o, en los casos más graves y llamativos, debido a «un boquete en el fuselaje. Por eso no puede haber armas en un avión, porque «si se dispara y se produce cualquier tipo de fuga se daría una de las despresurizaciones más peligrosas, la llamada explosiva».

Este tipo de despresurizaciones son las que habitualmente «se reflejan en las películas de cine, donde vemos como salen cosas volando, e incluso los pasajeros no pueden respirar porque los pulmones son incapaces de tomar y expulsar el aire».

Si se produce un fallo en este sistema, los pilotos siguen un protocolo de actuación, que básicamente consiste en « hacer un descenso de emergencia, mediante un procedimiento que nos sabemos de memoria». 

Las mascarillas saltan de forma automática. En la mayoría de aviones de pasajeros, estas mascarillas se activan automáticamente si la presión de la cabina se reduce por debajo de la presión equivalente de la atmósfera a 4.500 m. Asegura el piloto Ricardo Huercio que «es un procedimiento relativamente sencillo para la tripulación».

Aún así, una despresurización provoca «un gran estrés entre los pasajeros, ya que provoca mareos, dolor en el oído, en la parte frontal de la cara o en los senos nasales, por la diferencia que hay entre la presión del interior y el exterior del oído».

Pese a lo espectacular que pueda resultar, Huercio asegura que un tipo de situación estresante por lo que comprende las reacciones de los pasajeros. Pero en principio es de las maniobras que más se practican en los simuladores

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