El éxito se alcanza luego de correr una maratón. ¿En qué kilometro vas tú ahora?
Esta reflexión espero que sea una frase inspiradora para poder seguir estudiando y motivándose día a día.
Constancia, Perseverancia, Disciplina y Trabajo Duro: El Vuelo Largo hacia la Línea Aérea
En la aviación, como en la vida, el éxito no se alcanza en un sólo sprint.
El camino para convertirse en piloto de Línea Aérea no es una carrera corta, sino una maratón que exige resistencia mental, equilibrio emocional y una fe inquebrantable en el propio propósito.
Cada etapa, el primer vuelo solo, el checkride de PPA, IFR y PCA, las horas de instrucción, el simulador de vuelo, la postulación, la espera, el rechazo, el volver a intentarlo, es un kilómetro más en ese recorrido.
Algunos avanzan rápido, otros más despacio, pero lo importante es no detenerse jamás.
Constancia:
Es mantener el rumbo incluso cuando no hay viento a favor.
El piloto constante estudia, se prepara, mejora cada día, sin buscar atajos cortos.
Porque en la aviación, los atajos no existen: solo el trabajo serio y sostenido conduce a la cabina de un avión.
Perseverancia:
Es levantarse después de cada chequeo fallido, cada postulación sin respuesta, cada noche de duda.
Un piloto perseverante no mide su avance por los aplausos, sino por su capacidad de seguir intentándolo con la misma pasión día a día.
Disciplina:
Es hacer lo correcto, incluso cuando nadie te está mirando.
Llegar preparado, respetar los procedimientos, cuidar el uniforme, el lenguaje, la puntualidad, la actitud.
La disciplina no se enseña en una clase: se cultiva vuelo a vuelo, día a día, semana a semana, mes a mes, año a año.
Trabajo Duro:
Es dedicar horas de estudio, repaso y simulación cuando otros descansan.
Es aceptar que el progreso técnico y emocional requiere sacrificio.
Porque la cabina de una aerolínea no se conquista sólo por talento, sino por mérito y constancia.
La maratón del piloto
“El éxito se alcanza luego de correr una maratón.No importa en qué kilómetro estés…Lo importante es que sigas corriendo,con la vista puesta en la pista de tus sueños.”
Cada paso, cada amanecer en el aeródromo, cada vuelo en avión monomotor bajo el sol o la lluvia, te acerca un poco más a ese día en que pongas tus manos sobre los sidesticks de un A320 o el yoke de un B737.
Y cuando eso ocurra, sabrás que no fue suerte. Fue constancia, perseverancia, disciplina y trabajo duro.
Tu propio combustible para llegar a la meta.
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