Por José Nicolás Rodríguez | Colaborador TallyHo
El 1° de julio de 1956, las alas de chile se vistieron de negro, debido a la perdida del destacado aviador Eulogio Sánchez Errázuriz. Principal impulsor de la aviación civil chilena y economía nacional.
El trágico suceso se produjo en la mañana del día domingo 1° de julio, aproximadamente a las 8:40am, mientras piloteaba su avión, un Beechcraft 35 Bonanza, matrícula CC-PAM, número de registro 0342. Se accidentara de manera violenta a un costado de la línea férrea y a unos 2.5 kilómetros al este de la Estación El Carmen en las cercanías de Iquique. A consecuencia del impacto, fallecen de manera instantánea el piloto, Eulogio Sánchez y su acompañante, Elizabeth Comber.
Una vez declarada la emergencia, se activaron los protocolos de búsqueda, pero tan solo 24 horas más tarde, pudieron ser encontrados los restos del Bonanza destruido, gracias a un maquinista del tren de carga que lo divisó.
A las 10 horas del lunes, peritos identificaron a las víctimas. Minutos después el telégrafo, la radio y el cable, comunicaban al país el fallecimiento de un chileno, cuyo notable aporte a la nación, trajo consigo el desarrollo de actividades tales como: aeronáutica, industria, comercio y minería. Como así también el deceso de su copiloto, una aviadora entusiasta y talentosa.
El plan de vuelo de aquella trágica jornada era el siguiente: Iquique (Cavancha), Vallenar (Vallenar) y Santiago (Tobalaba). Debido a que la costa del sector amaneció cubierto con estratos, lo obligó a volar bajo la capa, no muy alto y sobre el mar.
Ante esta situación, el piloto optó por virar a la izquierda pasado el cerro Molle, ascendió y se internó por la pampa, con la esperanza de que los estratos desaparecieran. Pero a medida que ascendía, aumentaba el terreno y la nubosidad. Al ver tal situación intentó regresar, pero un rápido y escarpado viraje a la derecha produjo que el Beechcraft entrara en perdida y cayera en spin, hasta quedar destruido.
Los restos de aquel destacado aviador, fueron trasladados en un Douglas C-47 de la Fuerza Aérea de Chile, desde Iquique (Cavancha) hasta Santiago (Los Cerrillos). Donde arribó a las 16:50hrs, siendo recibido en el hangar presidencial por autoridades de la Fuerza Aérea de Chile, Club Aéreo de Chile, representantes de la Federación Aérea y de las compañías donde tuvo destacada participación.
Finalmente en la mañana del miércoles 4 de julio, se realizaron los funerales en el Cementerio General. Donde asistieron personalidades del ámbito político, empresarial, judicial, aeronáutico, entre otros. Durante la ceremonia en el camposanto, una escuadrilla de aviones del Club Aéreo de Chile, sobrevoló el lugar en correcta formación.
Eulogio Sánchez nació en Santiago, el 3 de enero de 1903. Cursó humanidades en el Colegio San Ignacio e ingresó a la Universidad Católica, donde se tituló de ingeniero en 1925. Desde 1930 tuvo un fuerte apego a la industria y el comercio, organizando compañías mineras tales como: Cerro Negro, Punitaqui, Tamaya y Aysén.
También fruto de su dedicación y esfuerzo, se crearon: la Sociedad General de Comercio, la Compañía de Petróleos de Chile (COPEC), la Industria Nacional de Neumáticos S.A. y la Compañía de Acero del Pacífico (CAP). Incluso fue miembro del directorio de la antigua sociedad «Aeródromo Lo Castillo».
Con motivo del gran terremoto que afectó a Chillán, en 1939. Eulogio Sánchez envió inmediatamente a personal de sus empresas a la zona de la catástrofe. Con el fin de remover los escombros, limpieza de calles, construcción de viviendas provisionales para los afectados y ayuda humanitaria.
Su vida como aviador comenzó el 19 de junio de 1931, cuando recibió su licencia de piloto N°92. Desde allí, hasta su fallecimiento, contaba con una gran cantidad de horas en su bitácora de vuelo. Incluso ostentaba el grado de oficial de reserva de la Fuerza Aérea.
Desde 1950 hasta 1954, fue presidente del Club Aéreo de Chile. Es allí, durante su periodo, que comienza a gestar uno de los legados más importantes que hasta el día de hoy sirve al país y su aviación, el aeródromo Tobalaba.
El cual fue rebautizado con el nombre de Eulogio Sánchez Errázuriz, al conmemorarse el primer aniversario de su muerte, en 1957. Incluso a modo de recuerdo, existe en la plazoleta del aeródromo, a un costado de la entrada norte, un monolito de piedra que recuerda a aquel aviador, cuyo esfuerzo y visión logró adquirir dichos terrenos.
También en Iquique, en el lugar donde se accidentó, hay una placa recordatoria que cada año es visitada por miembros de la I° Brigada Aérea de Los Condores.
Fue presidente de la Federación Aérea de Chile entre 1952-1954. Como dato histórico, el Bonanza donde perdió la vida, fue la primera aeronave que aterrizó en Tobalaba. Hecho acontecido el 5 de julio de 1954, cuando el Club Aéreo de Chile se trasladó a su nueva casa, con 33 aviones por aquel entonces.