martes, 13 de agosto de 2019

Cuando el aeropuerto es el destino en sí mismo

Laura Ferrero

VIAJES URBANOS07·05·2019

Jewel Changi: cuando el aeropuerto es el destino en sí mismo El aérodromo de Singapur ya era el mejor del mundo: ahora es, también, el más sorprendente



El asombroso Rain Vortex de Changi© Getty Images

El concepto de “no-lugar” se lo debemos al antropólogo francés Marc Augé. Con él nos referimos a lugares de tránsito que no tienen suficiente entidad para ser considerados como “lugares” en sí mismos. Por ejemplo, un no-lugar podría ser la estación de servicio de una autopista, una anodina habitación de hotel, un supermercado o un aeropuerto. Todos ellos están casi exclusivamente definidos por el pasar de los individuos, por ese toque impersonal que nos hace pensar que “esto ya lo he visto antes”.
En este sentido, un aeropuerto vendría a ser el no-lugar por excelencia: nadie se queda a vivir ahí, ni siquiera Tom Hanks en The terminal. Los aeropuertos son lugares de tránsito, largas horas de escala hacia cualquier otro destino, un tiempo que pasamos rodeados de una señalética idéntica, infinitud de protocolos, burocracia o controles de seguridad interminables. Hablamos, claro, de la mayoría de aeropuertos.

Arquitectura de autor© Getty Images

Sin embargo, el aeropuerto de Singapur, Changi, en especial gracias a esta nueva terminal llamada Jewel de la que vamos a hablar a continuación, está a las antípodas de esa idea. En realidad, el aeropuerto Internacional de Changi es la muestra de que un aeropuerto puede convertirse en un destino turístico en sí mismo.

Fue la casualidad la que nos llevó a Changi el miércoles 17 de abril, de manera que no sabíamos que ese mismo día, apenas unas horas atrás, habían inaugurado Jewel, un espectacular complejo de diez plantas, de 135.700 metros cuadrados, construido en el antiguo aparcamiento al aire libre de la Terminal 1.

Unas instalaciones que contienen, además de una gran oferta de ocio y entretenimiento, la cascada interior más grande del mundo: 40 metros de este imponente salto de agua que perfora en su caída siete plantas cubiertas de vegetación, un bosque interior con más de 1.400 árboles, repartidos por terrazas a diferentes alturas, senderos para pasear, un laberinto vegetal y otro de espejos, toboganes y un jardín de esculturas.

En sus primeras horas de funcionamiento, esta cascada llamada Rain Vortex, –se vierten por ella más de 37.800 litros de agua cada minuto que procede de las frecuentes tormentas en la región y es recogida para abastecer el complejo– estuvo envuelta, no solo del efecto mágico que provoca la neblina y la luz gracias a la fuerza del agua, sino de viajeros sorprendidos que, teléfono en mano –selfies, palo selfies, trípodes improvisados–, posaban junto a la cascada con la sensación de que aquello, más que un lugar para fotografiar o para estar de paso, era una experiencia, un lugar para detenerse, el inicio del propio viaje a esta ciudad estado, Singapur, el segundo país más rico de Asia después de Qatar.

Nadie sin su foto en Changi© Getty Images

Jewel Changi, proyectado por el estudio Safdie Architects, que es responsable de otro de los iconos de la ciudad, el Marina Bay Sands, tres rascacielos unidos por una cubierta con forma de barco, está formado por una estructura de vidrio y acero que permite que todo el interior del complejo se llene de luz natural, de manera que hay que pasar un buen tiempo para descubrir todos los paisajes posibles que proyecta la luz en su interior: de día, Jewel es un bosque tropical. Por la noche, sin embargo, la cascada resplandece con luces de diferentes colores y parece que nos encontremos ante una performance artística.

Los que lleguen a cualquiera las otras terminales del aeropuerto y deseen visitar esta joya deberán tomar el Sky Train, que comunica la nueva terminal Jewel Changi de Singapur con el resto de este aeropuerto, que ha sido elegido por séptimo año consecutivo como el mejor del mundo en la encuesta de la consultora Skytrax.

La famosa cascada de The Jewel en Changi© Getty Images

Si paseamos por las plantas superiores de Jewel, nos encontramos con el Canopy Park, un parque que alberga más de 120 especies vegetales –una de las mayores colecciones de Singapur– que convierte el aeropuerto en un exuberante jardín. Además, en sus diez niveles –cinco sobre el nivel del suelo y cinco bajo tierra– se reparten los mostradores de facturación, un hotel de 130 habitaciones, un cine y 280 tiendas y restaurantes.

Aquí no se trata de venir a dejar pasar el tiempo: Jewel Changi constituye un destino en sí mismo, una experiencia completa en la que pasear por frondosos bosques y dejarse mecer por el ruido relajante del agua, y es perfectamente compatible con darse una vuelta por los 280 comercios por el complejo.

Podemos encontrar desde la tienda más grande de Nike en el sudeste asiáticohasta comercios de Marks & Spencer, Muji, Uniqlo, las españolas Zara y Oysho, o marcas tan particulares como Pokémon Center en una zona exclusivamente dedicada a los más pequeños. A nivel internacional, la selección es inigualable, y equilibrada, con un apoyo al comercio y artesanía locales.

Si bien la oferta hotelera de las inmediaciones del aeropuerto es tan impresionante como las propias facilidades del aeropuerto –el Crown Plaza Changi es una buena opción–, para los que no deseen salir de la nueva terminal tienen el Yotelair, una opción ideal para escalas largas o vuelos tempranos. Posee 130 habitaciones que van desde Premium Queen Cabins, ideal para parejas, hasta las Family Cabins, donde caben cuatro personas, para amigos y familias.

La mayor tienda de Nike del sudeste asiático está aquí© Getty Images

¿QUÉ COMER EN CHANGI?

Si Singapur es una ciudad-estado, su aeropuerto bien podría ser un destino para irse un fin de semana de vacaciones y, como buen destino, la oferta gastronómica está a la altura de las expectativas. En este exuberante entorno donde la vegetación es la absoluta protagonista, hay opciones para todos los estilos y bolsillos. Aquí nuestras sugerencias:


¿Hacer cola para tomarse una hamburguesa? Si se trata del Shake Shack, esta cadena originaria de Nueva York, la espera está justificada. Se trata del único que hay en todo Singapur, con dos plantas con capacidad para 180 personas. La ShackBurger es siempre una excelente opción, como la Shroom Burger lo es para los vegetarianos.

A finales de mayo llega a Jewel Changi este establecimiento londinense especializado en esta rara pero ganadora combinación: hamburguesas y langostas.

¿Hacer cola por una hamburguesa? En Shake Shack, sí© Alamy
Para los amantes del salmón, este restaurante noruego que está cambiando nuestra manera de comer este pescado. Ensaladas, sopas, wraps... la forma es lo de menos.

Especialidades de la región china de Yunnan. Imperdonable irse sin probar losbraised wild porcini mushrooms o los Yunnan rice noodles

Uno de los diez mejores restaurantes del mundo según The New York Times, esta cadena taiwanesa prepara unos dumplings, en especial, los de cerdo, que dejan con ganas de más.

¿Un buen cóctel para acompañar cualquier plato de carne? Este es el sitio.


¿Algo de postre? En Emack & Bolio’s se definen como las estrellas del rock del helado. Más de cien sabores. Un postre a la altura del aeropuerto

Si, como veníamos diciendo, el Aeropuerto Internacional de Changi ha sido considerado el mejor del mundo por séptimo año consecutivo, con la llegada de Jewel no parece que esta tendencia tenga visos de cambiar. Es más, habrá que ver quién puede desbancarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Espero atento tus comentarios