Siempre se habla entre los pilotos que un
buen aterrizaje siempre se inicia con una buena aproximación.
En tal sentido una buena aproximación para
aterrizar debiese consistir en volar una Aproximación Estabilizada, es decir
manteniendo un régimen de descenso constante el cual es de aproximadamente 3°
de pendiente y por sobre todo siempre en vuelo controlado hacia la pista.
Se debe mantener una trayectoria de vuelo,
alineada con la pista y se debe corregir permanentemente la deriva producto del
viento reinante y mantener un buen ángulo de descenso, es decir nunca más allá
de 1000 ft. x min.
En este caso para poder mantener un buen
régimen de potencia durante la aproximación habrá que tener siempre en cuenta
la velocidad terrestre o “Ground Speed” y de acuerdo a ello, realizar un cálculo
estimado de la razón de descenso que se debe adoptar.
Por ejemplo: si la velocidad de la aeronave
es de aproximadamente 100 nudos durante la aproximación, entonces se debe
multiplicar esa velocidad x 5 y entonces se obtiene el régimen de descenso aproximado
de la aeronave, que en este caso es de 500 pies x minuto.
Si acaso UD. se percata que está
aproximando a alta velocidad a una pista, manteniendo una velocidad de Vref + 5
nds. para el caso de una aeronave pequeña o bien muy alto que obligue a
aumentar el régimen de descenso, es muy probable que vaya a tocar ruedas más
allá del primer tercio de pista, para el caso de una pista corta (< 800
mts.)
Entonces, trate de pensar objetivamente
"lamentablemente su aproximación falló" y es más seguro para Ud., la
aeronave y los pasajeros que tome la firme decisión de pasar de largo o “Go Around”.
Al respecto, la decisión de la pasada de
largo es quizás la más difícil de adoptar por parte de los pilotos y el
porcentaje ronda el 87 % que no decidió pasar de largo. El piloto tendrá por
cierto escaso segundos para poder decidir. Pero, créame es la mejor decisión
del mundo y habla muy bien de su personalidad y carácter como piloto.
De modo que pasar de largo, debe ser
considerado por UD. como una maniobra habitual y jamás se debe reprochar o
arrepentirse de aquello.
En lo particular siempre he valorado más a
un piloto que es capaz de tomar una buena decisión de aquel otro que sólo se
esmera en demostrar al instructor que es capaz de realizar un aterrizaje con
suavidad en la pista.
Completamente de acuerdo con lo señaló anteriormente.
ResponderEliminarFelicidades Juan Pablo.
No sólo hay que pensarlo....hay que practicarlo....Ojala que lo podamos cumplir. saludos
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