lunes, 28 de noviembre de 2022

PROYECTO MATAVERI

Entre 1981 y 2011 la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de los EE.UU. (NASA) efectuó 135 lanzamientos de “space shuttles” (transbordadores espaciales que eran “disparados” adosados a un cohete desde Cabo Cañaveral para cumplir misiones orbitales y luego regresar a la tierra para aterrizar como avión y ser reutilizados). 

Se construyeron cinco de estos transbordadores: el Enterprise (solo se construyó para pruebas atmosféricas y no tenía capacidad de orbitar), el Columbia, el Challenger, el Discovery, el Atlantis y el Endeavor. 

Eduardo Fernández Yarú

(1) fue uno de los pocos chilenos que tuvo la oportunidad de entrar en contacto profesional directo con la NASA en un tema relacionado con el programa de los transbordadores. En la siguiente crónica nos regala un interesante relato de su participación en el proyecto de ampliación de la pista del aeropuerto de Mataveri:

“Esta crónica, junto con describir aspectos técnicos generales del proyecto de habilitación del Aeropuerto Mataveri como alternativa para transbordadores espaciales que se lanzarían desde Vandenberg, USA. (2), da testimonio de situaciones muy particulares y experiencias inesperadas vividas durante el comienzo de la ejecución del Convenio entre los gobiernos de los Estados Unidos y Chile sobre esta materia.

A principios del año 1985 (3), encontrándome a cargo del Departamento de Planificación y Desarrollo de la Dirección General de Aeronáutica Civil, fui designado contraparte técnica para la ejecución de un proyecto de mejoramiento de la pista del Aeropuerto Mataveri de Isla de Pascua, con el fin de habilitarla como alternativa de emergencia y rescaté de los transbordadores espaciales de la NASA.

Tres meses antes de la dictación del Decreto Supremo N° 917 de 02 de agosto de 1985, que promulgó el correspondiente acuerdo entre los gobiernos de Chile y el de los Estados Unidos para el desarrollo del proyecto.

Durante esta visita se recopilaron los antecedentes necesarios y se proporcionó información a las autoridades de Isla de Pascua y al personal técnico del aeropuerto sobre las implicancias y alcances del referido proyecto.

En caso de uso real de la alternativa, el transbordador permanecería custodiado de acuerdo con el plan de seguridad establecido. Luego de un par de días un avión USAF C-141 trasladaría a Isla de Pascua un equipo MLS (Microwave Landing System) temporal, luces Ball Bar Light, que es una especie de PAPI (Precision Approach path Indicator, que proporcionaría a la tripulación del transbordador una guía visual con trayectoria de 1,5 grados durante la aproximación final)

Se agregó a la contraparte chilena un ingeniero civil perteneciente al Ministerio de Obras Públicas.

Además, la NASA incorporó a profesionales de la consultora chilena Ferrer Ingenieros, la que mediante contrato se desempeñaría en la supervisión de la ampliación de la pista.


Aporte Piloto Matías Zepeda

1 comentario:

  1. Muy buen artículo que relaciona nuestra actividad aérea con la alta tecnología del momento.

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