sábado, 17 de enero de 2015

NINGÚN ÉXITO EN LA VIDA, JUSTIFICA EL FRACASO DE PERDER LA FAMILIA

¿Por cierto que Uds. han oído hablar de los sobrevivientes de los Andes?

De aquellas 45 personas que iban a bordo de la aeronave de la Fuerza Aérea Uruguaya, 12 murieron en el accidente mismo (entre ellas la madre de Fernando Parrado); 05 personas murieron al otro día, y a los 8 días murió Susana Parrado (hermana de Fernando) debido a sus graves lesiones.

Posteriormente a los 16 días, una avalancha se llevó la vida de 08 personas más, y luego 02 jóvenes murieron a mediados del mes de Noviembre por sus graves infecciones.

Las demás personas, completarían 72 días en la montaña, hasta que fueron finalmente rescatados.

¿Qué conferenciante logra en la actualidad colmar un auditorio con 2.500 ejecutivos y empresarios, muchos de ellos con sus mujeres e hijos, y hablar durante una hora y media sin que nadie pierda el hilo y el detalle de su historia narrada?



Fernando Parrado, es uno de aquellos de los 16 sobrevivientes de la tragedia de los Andes, y habiendo transcurrido muchísimos años desde aquella trágica historia que asombró al mundo entero, consiguió hace algunos meses más que eso: Conmover a un foro de negocios y capacitación empresarial al transmitir las simples moralejas que le dejaron vivir 72 días en plena Cordillera de los Andes, sin agua ni comida.

Me he permitido realizar algunas modificaciones, al contenido original del texto, pero por cierto sin alterar su contenido final.

En definitiva este episodio va dirigido a todo aquel que hoy está afligido o quizás deprimido. De modo tal que el propósito de este relato es poder motivarlos a Uds.

Deseo transmitir parte de los conceptos principales de la conferencia que el realizó:

Su presentación, fue un monólogo acompañado por vídeos e imágenes de la montaña, que tuvo dos etapas bien marcadas.

En la primera parte narró, con un relato íntimo repleto de anécdotas, los momentos especiales que lo marcaron de aquella odisea a 4.000 metros de altura en la que perdió a buena parte de sus amigos, además de su madre y su hermana.


¿Cómo es posible sobrevivir donde no se sobrevive?, se preguntó a los presentes.


Sobrevivimos porque hubo liderazgos, toma de decisiones y espíritu de equipo, porque nos conocíamos desde mucho antes, señaló.


Y arrojó entonces un primer concepto. 

"En la vida el factor suerte es fundamental"



Cuando llegué al aeropuerto de Montevideo no entregaron el número del asiento para abordar el avión.

A mí me tocó, de casualidad, la asignación de la fila 9, junto a mi mejor amigo. Cuando el avión impactó contra la montaña de los Andes, se partió en dos partes.

De la fila 9 para atrás no quedó absolutamente nada. 


Los 29 sobrevivientes en el primer impacto viajaban en la parte que quedó a salvo. De ellos, dijo, 24 no sufrieron ningún rasguño siquiera.




Así, los menos golpeados empezaron a ayudar, actuando como un verdadero equipo. Administramos barritas de chocolate y maní al punto de comer un grano por horas cada uno.

Marcelo, que era nuestro capitán y líder del grupo, asumió su rol para contenernos cuando le preguntábamos qué pasaba porque no llegaba el rescate aéreo.

Decidimos aguantar. Pero días después el líder se desmoronó. La radio trajo la triste noticia de que se había concluido el rescate y no nos vendrían a buscar.

¿Cómo hubieran reaccionado Ud. ante ello? 

El líder se quiebra, se deprime y deja de serlo.



Imagínense que yo cierro este auditorio, luego bajo la temperatura a -14° C, sin agua ni comida, a esperar quién muere primero.


Se produce un silencio estremecedor desde la primera a la última fila.


Ahí me di cuenta de que al universo no le importa qué nos pasa a nosotros. Mañana saldrá el sol y se pondrá como siempre. 


Por lo tanto, tuvimos que tomar nuestras propias decisiones.


En la noche N°12 o 13 nos dijimos con uno de los chicos: 

¿Qué estás pensando?



Lo mismo que vos. Tenemos que comer, y las proteínas están en los cuerpos de las personas fallecidas. Hicimos un pacto entre nosotros, era la única opción. Nos enfrentamos a una verdad cruda e inhumana.


Desde la primera fila, decenas de chicos llevados por sus padres escuchaban boquiabiertos los relatos.


Parrado entonces apeló a conceptos típicos del mundo empresarial.



En ello hubo planificación, estrategia y desarrollo.

Cada uno de nosotros empezó a hacer algo útil, que nos ayudara a seguir vivos: zapatos, bastones, pequeñas expediciones humanas etc.

Fuimos conociendo nuestra prisión de hielo.

Hasta que me eligieron para la expedición final, porque la montaña nos estaba matando, nos debilitaba día a día, y se nos estaba acabando la comida.

Subí aterrado a la cima de la montaña con Roberto Canessa.

Pensábamos ver desde allí los valles verdes de Chile y nos encontramos sólo con nieve y montañas en los 360°.

Ahí decidí que moriría caminando hacia algún lugar.

Entonces sobrevino el momento más inesperado. 

Pero.... "Esta no es la historia que vine a contarles"avisó.



Y contó que su verdadera historia realmente empezó ocurrir al regresar a su casa, sin su madre ni su hermana, sin sus amigos de la infancia y con su padre con una nueva pareja.

¿Crisis? ¿De qué crisis me hablan Ud.?
¿Estrés? ¿De qué estrés me hablan Ud. ?

Estrés es estar muerto a 4.000 metros de altura sin agua ni comida, enfatizó.

Hay que pasar por una cosa así para darse cuenta de la diferencia entre las cosas importantes en la vida y lo que no lo es.

Ahora en general, me siento muy distinto en la percepción de los problemas del día a día: la gente se complica, pero yo me volví bastante más simple.

Recordó un diálogo fundamental que tuvo con su padre, que le dijo:

Mira para adelante, anda tras esa chica que te gusta, ten una vida, trabaja.

Sin embargo, yo cometí el gran error de no decirle a mi madre tantas cosas por estar tan ocupado, de no compartir tantas festividades con mi familia, con mi hermana, no darme el tiempo de platicar con ellas mis vivencias, no decirles cuanto las amaba.

Y cerró, determinado diciendo: Las empresas son importantes, el trabajo lo es, pero lo verdaderamente valioso está en casa después de trabajar: la familia. 


Mi vida cambio definitivamente, pero lo más valioso fue que perdí fue ese hogar que ya no existía al regresar.



No se olviden jamás de quien tienen a su lado, porque no saben lo que va a pasar realmente el día de mañana.

Finalmente, una interminable ovación, lo despidió de pie del auditorio.

Si tú tienes un cálido hogar, piensa que al igual que yo: Eres una persona con Suerte !!! Te tocó de la fila 9 hacia adelante, y créeme....la mayoría de las personas viaja desde la fila 9 hacia atrás.

"NINGÚN ÉXITO EN LA VIDA, JUSTIFICA EL FRACASO DE PERDER LA FAMILIA"

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Espero atento tus comentarios