agosto 16, 2024
Foto: Chanas/Unsplash
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El sector aeronáutico tiene el desafío de ir derribando estereotipos y lograr mayores grados de equidad de género. José Ignacio Dougnac, CEO SKY Airline, da a conocer su visión sobre este reto.
Hace algunas semanas se conmemoró el Día de la Mujer Piloto en Chile y eso puso nuevamente en agenda los desafíos que aún quedan pendientes para avanzar en mayor equidad de género en las empresas, especialmente en el rubro aeronáutico, donde las brechas son particularmente grandes.
Pero este rubro no es el único que aún debe avanzar hacia una mayor inclusión femenina. En particular, vemos que las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, conocidas como STEM, tienen baja presencia de mujeres desde la postulación académica hasta el campo laboral. Recién en 2024, el Ministerio de Educación informó que el 30,2% de las jóvenes matriculadas en este tipo de carreras en Chile son mujeres.
Otro rubro donde la participación de la mujer requiere ser impulsada de manera determinada es el de la aeronáutica. Según las últimas cifras publicadas por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) en 2022, a nivel mundial, se estimaba que sólo el 5% de los pilotos en el mundo son mujeres. En el caso de la empresa de la que formo parte, si a inicios del 2024 un 10% de los pilotos eran mujeres, a fines de junio esa cifra alcanzó el 13,5%. Nuestro objetivo es mantener una dotación total de pilotos de género femenino por sobre el promedio mundial e ir incrementando el número de contrataciones en un 10% para 2024, un 15% en 2025 y un 20% más en 2026.
Es evidente que el sector privado juega un rol importante al momento de generar mayores incentivos hacia la participación femenina en áreas como las que menciono y como país deberíamos preguntarnos, ¿Qué estamos haciendo, en concreto, para lograr un mayor interés, presencia y rol sustantivo de mujeres en este tipo de profesiones?, ¿Cómo podemos generar los incentivos correctos para que las mujeres adquieran mayor participación en este campo?
Una de las respuestas más importantes es la formación, a través del fomento a la participación en áreas STEM mediante cursos o actividades extraescolares que activen mecanismos de autoconfianza y autopercepción de que las mujeres pueden participar activamente de estas carreras. Y si bien las aerolíneas han liderado diversas iniciativas para aumentar la contratación de mujeres pilotos, el acercar a las nuevas generaciones de niñas a terreno permitirá derribar barreras mentales a la hora de elegir ser pilotos u otras carreras afines.
Otro ámbito importante que el sector privado debe abordar es cómo igualar las oportunidades de desarrollo para hombres y mujeres, considerando la diversidad de contexto de cada rubro económico. Una forma concreta es avanzar hacia políticas de “Equal Pay”, asegurando que la remuneración se ajuste a las responsabilidades del cargo y no a quien los ejerce, sean estos hombres o mujeres. La brecha salarial, por ende, debiese ser lo más cercana a cero y todos los líderes de las organizaciones deberían monitorear esta data e impulsar su cumplimiento.
La diversidad, sobre todo en profesiones poco comunes para las mujeres, debe ser parte de nuestro ADN si como país queremos avanzar en términos de desarrollo inclusivo. En ese sentido, el sector aeronáutico debe ser un aporte en ir derribando estereotipos en esta industria que requiere de mayores grados de equidad de género. Sabemos que hay un largo camino por recorrer, pero vamos por una buena senda que no debe detener su ritmo de crecimiento.
*El autor es CEO SKY Airline
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