viernes, 16 de agosto de 2013

Primer Vuelo Solo

Hay una sensación íntimamente asociada a la primera vez que vuelas, éste sentimiento se podría denominar de muchísimas maneras, pero en mi opinión los sustantivos que mejor reflejan todo lo relacionado con el primer vuelo son: RUPTURA y CAMBIO.

Palabras, cuyos significados podemos considerar como embriones generadores de las miles de sensaciones que nos provoca volar por vez primera.
 

Los seres humanos han sido creados para que su vida sea una vida apegada a la Tierra, cuando la Madre Naturaleza, por la intermediación de los dioses, concibió en su seno a los hombres, no lo hizo pensando en ellos como seres que poblarían los cielos, sino que les trajo al mundo para que crecieran y se multiplicaran por sus bosques, ríos, montañas, valles, pueblos y ciudades.
 
 
En ningún momento entraba dentro de sus planes dotar a la especie humana de alas y mucho menos insuflar en su alma el don de volar. Ellos no tenían ninguna duda en cuanto al lugar donde el hombre debía desarrollar su existencia, y ese no era otro que lo más cercano posible a la piel de la Madre Tierra, es decir, el suelo.
 

Nadie sabe a ciencia cierta por que motivo los hechos no sucedieron acordes a los designios divinos...Yo quisiera imaginar que todo fue fruto de la inmensa benevolencia de alguno de esos dioses que dirigen los destinos de los humanos, incluso me atrevería a afirmar que fue una DIOSA la que quizás un día, fruto de un incipiente amor por un hombre, decidió descender a la Tierra para mirarle a los ojos.

Es seguro que ese hombre sentiría su cálida mirada como una caricia vivificadora en su inerte corazón, recibiendo en ese instante el don de SOÑAR, terminado el sublime encuentro entre Diosa y hombre, ella desapareció en lento ascenso rumbo al paraíso celeste, mientras que él, por primera vez, y tratando de seguir la estela de la diosa con su mirada, pasó de apoyarse sobre sus cuatro extremidades y mantener los ojos fijos en la tierra a ponerse en pie y alzar su vista al infinito cielo azul para soñar… ahora ya sólo era cuestión de tiempo que en el hombre sucediera una de las lógicas y naturales consecuencia de SOÑAR, me refiero a VOLAR.
 

Cada vez que alguien vuela por primera vez, aun sin ser consciente de ello, revive lo vivido por aquel hombre. Y por eso en el primer vuelo, aunque no lo percibas, se reproduce la mayor de las RUPTURAS… aquella que hizo posible que un hombre comenzará a SOÑAR para después VOLAR.
 
Jesús (Exupery)

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