El TEM (Threat and Error Management), o Gestión de Amenazas y Errores, es un modelo clave en la aviación para la identificación, mitigación y gestión de amenazas y errores que pueden afectar la seguridad de las operaciones aéreas. Este enfoque permite a los pilotos, controladores aéreos y otros profesionales de la aviación puedan manejar de manera efectiva situaciones que podrían poner en riesgo la seguridad, ayudando a prevenir accidentes y mejorar la toma de decisiones en situaciones a veces complejas.
¿En qué consiste el TEM?
El modelo TEM se basa en tres elementos clave: amenazas, errores y estados indeseados. Cada uno de estos componentes forman parte del entorno operativo en la aviación y, si no se gestionan correctamente, pueden llevar a un incidente o accidente.
Amenazas: Son factores externos al control directo de la tripulación que pueden afectar la seguridad del vuelo. Estos pueden ser:
- Amenazas operacionales: mal clima, tráfico aéreo congestionado, fallas técnicas en el avión, etc.
- Amenazas organizativas: presiones de tiempo, falta de recursos, procedimientos inadecuados, briefing defectuosos, etc.
Las amenazas son inevitables en la aviación, pero el TEM enseña a la tripulación a identificarlas con anticipación y poder mitigarlas antes de que se conviertan en problemas serios.
Errores: Los errores son acciones u omisiones cometidas por la tripulación o personal de tierra que pueden poner en peligro la seguridad del vuelo. Algunos ejemplos incluyen:
- Malas interpretaciones de la información de vuelo.
- Errores de comunicación entre la tripulación o con el control de tráfico aéreo.
- Fallos en seguir procedimientos establecidos.
El TEM no solo busca prevenir errores, sino también gestionar eficazmente los errores cuando estos ocurren para poder evitar que escalen en problemas más graves.
Estados indeseados: Un estado indeseado es una condición en la que, debido a la interacción de amenazas o errores, la seguridad del vuelo está comprometida de manera inmediata. Por ejemplo:
- El avión está fuera de la trayectoria de vuelo deseada. Lo que se traduce en una aproximación desestabilizada.
- Desviaciones en la altitud o rumbo no detectadas.
- Falta de sincronización entre los miembros de la tripulación.
El objetivo del TEM es poder detectar y corregir estos estados indeseados antes de que resulten en un incidente o accidente de aviación.
¿Cómo funciona entonces el TEM en la práctica?
El TEM se utiliza principalmente a través de la conciencia situacional, el trabajo en equipo y la comunicación efectiva. Los pilotos y otros miembros de la tripulación son entrenados para:
- Identificar amenazas y errores: Durante todas las fases del vuelo, desde la planificación hasta la ejecución, la tripulación debe estar alerta ante posibles amenazas externas y errores propios o de otros miembros.
- Mitigar riesgos: Aplicar procedimientos, estrategias y recursos adecuados para poder minimizar el impacto de las amenazas.
- Corregir errores: Si acaso ocurre un error, tomar las medidas rápidas para corregirlo y evitar consecuencias mayores.
- Prevenir estados indeseados: Monitorear continuamente las condiciones del vuelo para poder evitar que las amenazas y errores lleven a una situación más peligrosa.
Beneficios del TEM:
- Mejora la seguridad operacional: Proporciona a las tripulaciones un marco estructurado para poder manejar situaciones complicadas de manera proactiva.
- Reducción de incidentes y accidentes: Al identificar y corregir errores antes de que se conviertan en problemas graves, se reducen las posibilidades de que ocurra un incidente.
- Fomento de la cultura de seguridad: Lo que ayuda a establecer una mentalidad en la que la gestión de amenazas y errores es parte del día a día de las operaciones de vuelo.
- Mejora la coordinación y la comunicación: Alienta a los equipos a trabajar en conjunto de manera efectiva, intercambiando información crítica y tomando decisiones de manera coordinada.
Aplicaciones del TEM:
El TEM no solo se aplica en la cabina de vuelo, sino también en todo el sistema de aviación, incluyendo:
- Controladores de tráfico aéreo: Para gestionar el flujo del tránsito aéreo y evitar colisiones o situaciones de riesgo.
- Mantenimiento: Para identificar y corregir problemas técnicos antes de que afecten las operaciones de vuelo.
- Operaciones de tierra: Para gestionar riesgos en la plataforma de estacionamiento y durante las operaciones de carga y descarga.
En resumen, el TEM es una herramienta fundamental en la aviación moderna que ayuda a gestionar tanto las amenazas como los errores, y a prevenir que los estados indeseados se conviertan en incidentes o accidentes graves. El objetivo final es poder garantizar la seguridad en cada vuelo y crear un entorno operativo más seguro y eficiente para todos.
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