El concepto de Airmanship es fundamental en la aviación porque engloba las habilidades, el juicio y la actitud que debe tener un piloto para poder operar de manera segura, responsable y profesional en cualquier situación de vuelo.
Aunque es un componente importante para la seguridad y efectividad de las operaciones, su enseñanza formal es menos común debido a varias razones estructurales y pedagógicas en la formación aeronáutica.
Aquí te comento algunos motivos por los cuales no se enseña habitualmente, y el enfoque necesario para integrarlo en la formación de pilotos:
1. Airmanship como Competencia Compleja y Subjetiva
A diferencia de otros conocimientos técnicos que pueden aprenderse de forma sistemática y evaluarse con relativa facilidad, el Airmanship es un concepto amplio y multidimensional que incluye juicio profesional, habilidades de manejo, conciencia situacional, ética, y actitud hacia la seguridad. Es decir, va más allá de seguir los procedimientos o la operación de la aeronave, abarcando el comportamiento profesional del piloto en su totalidad.
Al ser una competencia compleja, no siempre resulta fácil enseñarla en un entorno estructurado o evaluarla de forma estandarizada. Las Escuela de Vuelo y los centros de instrucción suelen enfocarse en habilidades técnicas y conocimientos regulados, mientras que el Airmanship se percibe como un conjunto de "habilidades blandas" que se desarrollan gradualmente y que, en teoría, el piloto asimilará con el tiempo.
2. Limitaciones de los Programas de Entrenamiento Estandarizados
Los programas de entrenamiento de pilotos en muchas instituciones se ajustan a los requisitos mínimos exigidos por los reguladores, como la DGAC en Chile o la FAA en Estados Unidos, los cuales están orientados hacia la enseñanza de habilidades técnicas, cumplimiento de normativas y manejo de procedimientos de vuelo. Esto se debe a que los organismos reguladores priorizan el cumplimiento de estándares operativos y de seguridad establecidos para cada tipo de licencia, los cuales no siempre incluyen Airmanship de manera explícita.
Esto da como resultado una formación en la que se evalúan las habilidades técnicas y los conocimientos requeridos, mientras que el desarrollo de habilidades relacionadas con el Airmanship queda más en manos de la experiencia y la mentoría informal.
3. Airmanship como Competencia Adquirida a través de la Experiencia
La naturaleza del Airmanship se asocia a menudo con la experiencia acumulada en vuelo y situaciones diversas que enfrenta un piloto. Muchos instructores y pilotos consideran que esta habilidad solo se desarrolla con el tiempo, a través de situaciones en las que el piloto se ve obligado a aplicar un juicio profesional, a resolver problemas y a actuar con ética y responsabilidad.
Esto significa que, aunque el concepto de Airmanship se puede explicar, se considera que su comprensión y práctica completa solo se logran después de acumular horas de vuelo y experiencias variadas.
No obstante, los Instructores de Vuelo pueden promover un Airmanship sólido desde el principio, introduciendo el concepto de una "actitud de vuelo profesional" y enfatizando la importancia de cada acción y decisión, incluso en los primeros vuelos de entrenamiento.
4. Desafíos de Enseñanza y Evaluación
La enseñanza de Airmanship enfrenta desafíos prácticos, ya que se basa en la actitud y juicio personal del piloto, que no es fácil de medir con las evaluaciones tradicionales de conocimientos o habilidades técnicas.
Evaluar si un piloto está desarrollando o no un buen Airmanship requiere observación directa en diversas situaciones de vuelo y una comprensión profunda del carácter y del juicio de ese piloto.
Las Escuela de Vuelo, o centros de formación y las aerolíneas suelen preferir evaluaciones objetivas y cuantificables, lo que deja el desarrollo del Airmanship en un segundo plano o como un componente “deseable” que el piloto desarrollará con el tiempo. Sin embargo, últimamente, se ha verificado como las aerolíneas hacen mucho énfasis a este respecto.
5. Incorporación del Airmanship en la Cultura Organizacional
Muchas veces, el Airmanship se transmite como parte de la cultura y valores de una organización en lugar de ser una materia formal de instrucción. En las aerolíneas, se espera que los pilotos veteranos, capitanes e Instructores de Vuelo actúen como verdaderos modelos a seguir y transmitan a los nuevos pilotos la importancia del Airmanship mediante el ejemplo y la mentoría en situaciones reales de vuelo.
En los entornos de formación que priorizan el "coaching" o la mentoría profesional, como en algunos programas de instrucción de vuelo más personalizada, el Airmanship se fomenta de manera más proactiva. Aquí, el Instructor de Vuelo puede actuar como mentor y no solo como evaluador, permitiendo al alumno observar y entender cómo aplicar un juicio profesional y una actitud de vuelo adecuada.
6.- Cómo Integrar el Airmanship de Forma Activa en la Formación
Para fomentar el Airmanship, las Escuela de Vuelo, centros de instrucción y los instructores pueden: Incluir discusiones sobre ética y profesionalismo en la cabina como parte de la formación inicial.
Utilizar escenarios prácticos en entrenadores o simuladores de vuelo y durante el vuelo en los que el alumno deba tomar decisiones difíciles o resolver problemas inesperados.
Promover la conciencia situacional activa, alentando a los pilotos en formación a observar y predecir posibles escenarios antes de que ocurran.
Modelar el comportamiento adecuado desde los Instructores de Vuelo, asegurando que sus alumnos observen cómo un piloto profesional maneja cada situación con juicio y buen profesionalismo.
En conclusión, aunque el Airmanship es crucial, su enseñanza requiere de un enfoque distinto al de las competencias técnicas. Su inclusión activa en la instrucción de vuelo, a través de ejemplos, mentorías y simulaciones, puede fortalecer en los nuevos pilotos una mentalidad profesional y responsable que lleven consigo durante toda su carrera.