En la aviación, el principio "Aviate - Navigate - Communicate" es una de las reglas fundamentales para la gestión de un vuelo, especialmente en situaciones de alta carga de trabajo o en fases de emergencias.
Su correcta aplicación permite que el piloto mantenga el control de la aeronave, tome decisiones seguras y minimice los riesgos.
1. Volar (Aviate) → Volar el avión primero
La prioridad número uno en cualquier situación es mantener el control del avión. Un piloto puede enfrentar múltiples distracciones, fallas o presiones externas, pero sin control del avión, nada más importa.
Esto implica:
✅ Mantener actitud y altitud adecuadas.
✅Controlar velocidad y régimen de ascenso/descenso.
✅ Configurar potencia y superficies de control de manera adecuada.
✅ Evitar pérdida de control por desorientación o distracción.
Ejemplo:
En un V1 Cut (falla de motor en el despegue), el piloto debe primero asegurarse de mantener la dirección y el ángulo de ascenso correcto antes de diagnosticar la falla o comunicarse con ATC.
2. NAVEGAR (Navigate) → Conocer hacia dónde se dirige la aeronave
Una vez asegurado el control, el siguiente paso es garantizar que la aeronave esté en una trayectoria segura. Esto incluye:
✅Seguir la trayectoria de vuelo prevista o modificarla si es necesario.
✅ Evitar obstáculos, terrenos elevados o zonas de tráfico.
✅ Ajustar la navegación según la situación (corto retorno, espera, desviación).
✅Gestionar la energía para una aproximación estabilizada si es necesario.
Ejemplo:
Si un vuelo experimenta una despresurización repentina en vuelo, el piloto primero debe aviate (colocar la máscara de oxígeno y controlar la altitud) y luego navigate (descender a una altitud segura y desviarse si acaso es necesario).
3. COMUNICAR (Communicate) → Informar sólo cuando sea seguro hacerlo
Solo cuando la aeronave está bajo control y la navegación es segura, se debe proceder a comunicar la situación a los demás actores involucrados.
✅Contactar ATC para declarar emergencia o informar intenciones.
✅ Coordinar con la tripulación y pasajeros según sea necesario.
✅ Informar la situación al otro piloto y repartir tareas en la cabina.
Ejemplo:
En un fuego en cabina, el piloto debe primero controlar el avión y comenzar a gestionar la emergencia antes de avisar a ATC, ya que perder tiempo en comunicarse sin actuar puede empeorar aún más la situación.
Conclusión
Este principio evita la sobrecarga cognitiva y ayuda a los pilotos a gestionar el vuelo de manera efectiva.
En situaciones críticas, es fácil distraerse con alarmas, procedimientos o comunicaciones, pero la clave de la seguridad es priorizar correctamente.
Una aeronave bien controlada y bien dirigida sigue teniendo opciones de salvar con éxito; una aeronave fuera de control no tiene ninguna chance.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Espero atento tus comentarios