miércoles, 24 de julio de 2024

Fenómeno de la niña

De a poco se siente el impacto de La Niña: el histórico récord que podría completar julio en solo 8 días


Historia de Carlos Montes

El presente año ha sido un año plagado de récords e hitos climáticos. Luego de más de una década marcada por la megasequía, 2024 trajo de vuelta las precipitaciones a la Región Metropolitana y parte importante de la zona central.

Junio, por ejemplo, se ubicó entre los más lluviosos desde que existe registro, marcando a su vez, un superávit en la capital superior a 90%

Mientras que mayo fue el más frío jamás registrado en la capital, rompiendo un récord de 26 años impuesto en 1988. Además, estuvo marcado por dos olas de frío que sumaron un total de 12 días, incluyendo cuatro jornadas con temperaturas bajo cero.

De a poco se siente el impacto de La Niña: el histórico récord que podría completar julio en solo 8 días

Y julio, aunque en la vereda opuesta, parece no ser la excepción. A la fecha, no registra precipitaciones, y considerando el pronóstico a tan solo ochos días de que culmine el mes, no sería extraño que el séptimo mes del año culmine sin agua caída, fenómeno que no ha ocurrido nunca en la historia de Santiago desde que existen registro fiables.

Según la estadística de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), desde 1969 a la fecha, siempre ha llovido en Santiago durante julio. Destaca el año 2006 con 130 mm en julio, 2001 con 186,6 mm, 1987 que registró increíbles 354,9 mm en julio y 1984 con 245,9 mm.

Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, añade que la estadística incluso se puede ampliar a 1950, año que Santiago registró 0,1 mm en julio. “Julio es uno de los meses más lluviosos en la zona central. Tener los primeros 15 días de julio, sin lluvias en Santiago, es algo que solo ha ocurrido pocas veces en el pasado. Pasó en 2019, 2009, 1998,1994, 1986, 1979, 1968 y 1956″.

Los 10 julios más secos de la historia:

Además de no presentar lluvia, las jornadas han estado marcado por altas temperaturas para la época (invierno), con máximas que incluso superan los 20°C.

¿Cuánto influye el fenómeno de La Niña en esta situación? ¿Julio de 2024 podría terminar sin lluvia por primera vez en la historia debido a La Niña?

El fenómeno trae consigo días fríos y sin precipitaciones, a diferencia de El Niño, que recientemente terminó, asociado a lluvias.


Es posible que las generosas precipitaciones de junio hayan sido el último legado de El Niño, mientras que los secos días con los que se ha desarrollado julio, uno de los meses usualmente más lluviosos del año, “probablemente hayan estado influidos por el desarrollo de La Niña en el Pacífico Tropical”, sostiene Cordero.

Para que sea declarada oficialmente, las temperaturas en el Océano Pacífico Central deben permanecer bajo 0,5 °C de lo normal durante al menos tres meses seguidos, situación que probablemente sucederá.

En pleno invierno, Santiago registra temperaturas máximas incluso superiores a 20°C.© Proporcionado por La Tercera

Cordero señala que meteorológicamente hablando, la actual situación “se debe a una configuración sinóptica marcada por altas presiones. En junio y mayo altas presiones entre la Patagonia y la península Antártica bloquearon el paso de tormentas en el océano Austral, desviándolas hacia la zona central”.

“En julio las altas presiones frente a Chile han evitado que las tormentas se acerquen a la zona central”, añade.

Se siente el impacto de La Niña: julio podría terminar sin precipitaciones

Julio 2024 ha marcado un verdadero “frenazo para las precipitaciones” que durante el primer semestre del año habían sido generosas en buena parte del país, sostiene el climatólogo.

“Es posible que esta disminución abrupta en las precipitaciones, esté influida por el desarrollo en el Pacífico Tropical de La Niña. La Niña no favorece los precipitaciones en la zona central del país, así que su desarrollo hace prever que las lluvias este segundo semestre sean considerablemente menores a las registradas durante el primer semestre de este año”, añade Cordero.

Sin embargo, La Niña no es el único factor que ejerce influencia en nuestro clima. “Sobre la Antártico tuvo lugar en las últimas semanas un evento de calentamiento estratosférico súbito que podría mantener débil el vórtice polar. Un vórtice polar débil aumenta las probabilidades de que escapen masas de aire frío desde el Polo hacia latitudes medias”, explica.

Es decir, sostiene, “aumentan las chances de olas de frío, pero también de que se escape alguna tormenta desde el océano Austral hacia Chile centro y centro sur. Esto significa que, aunque La Niña termine desarrollándose en los próximos meses, es poco probable que lo que resta del invierno sea extraordinariamente seco”, finaliza Cordero.

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