La baja representación actualmente de mujeres en la profesión de piloto comercial, apenas un poco más del 8% según la ISWAP (International Society of Women Airline Pilots) y la FAA (Federal Aviation Administration), puede atribuirse principalmente a una combinación de factores históricos, sociales y culturales. A continuación, se detallan algunos de estos factores:
Estereotipos de género: Históricamente, la aviación ha sido vista como una profesión mas bien masculina. Los estereotipos de género han influido en la percepción de que los hombres son más aptos para este tipo de trabajos técnicos y exigentes, lo que ha disuadido a muchas mujeres de perseguir una carrera en este campo.
Falta de modelos a seguir: La escasez de mujeres pilotos experimentadas y visibles en la industria hace que las jóvenes tengan menos referentes femeninos a los que aspirar. La presencia de modelos a seguir es muy importante para inspirar a las nuevas generaciones a considerar la aviación como una opción de carrera viable.
Desigualdad en la formación y oportunidades: Las mujeres a menudo enfrentan barreras para acceder a programas de formación en aviación, que pueden incluir desde prejuicios en los procesos de selección hasta limitaciones financieras. Además, una vez dentro del campo de la aviación, pueden encontrar menos oportunidades para progresar y ascender en comparación con sus compañeros varones.
Cultura de la industria: La cultura de la aviación, especialmente en el pasado, ha sido predominantemente masculina. Esto puede crear un ambiente de trabajo que no siempre es muy acogedor o inclusivo para las mujeres, dificultando su permanencia y éxito en la profesión.
Equilibrio entre la vida personal y profesional: La carrera de piloto puede implicar largas horas de trabajo, viajes frecuentes y horarios irregulares, lo cual puede ser un desafío adicional para las mujeres pilotos, especialmente en sociedades donde se espera que asuman una mayor parte de las responsabilidades domésticas y de cuidado familiar.
Para aumentar la representación femenina en la aviación, es necesario implementar políticas y programas que promuevan la igualdad de oportunidades, desafíen los estereotipos de género y ofrezcan apoyo específico a las mujeres que eligen esta carrera. Esto puede incluir desde becas y mentorías, hasta campañas de sensibilización y cambios en la cultura laboral de las aerolíneas y escuelas de vuelo.
A los hombres lo de conducir cosas, sobre todo si tienen muchos botones siempre es de su agrado. A la mayoría de las mujeres les gusta mas que las lleven de un lugar a otro.
Y no hay mas. Excepto en pilotos militares donde se exige unas capacidades físicas elevadas, en aviación civil no hay ningún impedimento para que una mujer pueda volar una aeronave.
Es indudable, que a pocos días de que se vaya celebrar en Chile, el día de la mujer piloto, es muy gratificante expresar que la Beca Javiera Elberg Sheward, ha sido sin duda un excelente un motor y agente para incentivar a otras mujeres pilotos, se decidan finalmente a incorporarse a la esta actividad aérea.
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