Es indudable que, como Instructor de Alto vuelo, después de más 13 años preparando a muchos pilotos postulantes a Línea Aérea, he visto cómo durante las diversas etapas de postulación, los pilotos han obtenido grandes victorias y también algunos fracasos.
Todo aquello ha servido de mucho aprendizaje para instructores y alumnos y ha permitido moldear los nuevos procesos de preparación.
Al respecto, uno de los hechos más relevantes que se ha podido identificar y comprobar es cómo la orientación de los nuevos procesos ha ido cambiando. Al respecto, la aviación ha tenido un gran cambio en las últimos dos décadas. Basta sólo con ver los cambios tecnológicos y la automatización que han sufrido las modernas aeronaves.
¿Entonces, qué es lo que realmente diferencia a un piloto postulante de otro al momento de iniciar un proceso con una Aerolínea en Chile?
La experiencia nos indica que no sólo fallan por la falta o carencia de conocimientos técnicos.
La gran mayoría domina en alguna medida los motores, performance, sistemas, procedimientos y el vuelo IFR.
Pero, sin embargo, fallan porque no han construido la base principal que sostiene a un
piloto de Aerolínea, que es:
- La Mentalidad
profesional
- El Autoconocimiento
real
- La Gestión
emocional bajo presión
- La Comunicación efectiva y estandarizada
- El Criterio
operativo
- La Disciplina
diaria
- La Preparación
estratégica
Quien domina estas grandes áreas, no solo logra pasar con éxito el proceso de postulación…sino que logra llegar a la Aerolínea con la madurez necesaria para seguir creciendo, poder adaptarse a su nueva vida, liderar y mantenerse con firmeza.
En definitiva, el secreto no está sólo en saber volar. El secreto está en saber operar y rendir como un gran profesional de Línea.
Cómo ya se conoce el proceso ahora sólo resta trabajarlo para alcanzarlo en el breve plazo...
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